Así es que, mientras por el estigio abismo bajo las tierras me deslizo,
vista fue con los ojos nuestros allí tu Proserpina
ella ciertamente triste, y no todavía sin terror su rostro,
pero reina, aun así, pero la más grande del opaco mundo,
pero aun así la poderosa matrona del tirano infernal
Libro V. Las Metamorfosis.
Ovidio.
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